Cuídate con Clínica Fimed
Podría empezar a hablar sobre la lesión de Marc, pero sería un texto bastante aburrido, y seguro que no aprenderíais nada nuevo, ya que cuando un deportista de tal nivel se lesiona, el mundo entero tiene información sobre la lesión, el mundo entero la ha sufrido y tienen la clave del éxito para su recuperación. El GEN humano SABELOTODO. De eso si que os voy a hablar, que me parece más divertido.
El pasado sábado 28 de Mayo, Marc Marquéz en una rueda de prensa, informaba con total sinceridad al mundo del motociclismo, que se retira “temporalmente” de la parrilla de motogp debido a una cuarta intervención en su húmero derecho, y… SHOW MUST GO ON, queridos… El GEN humano sale a pasear con más fuerza que nunca. Ese GEN que tenemos (seguro que en algún momento de mis 29 años de vida lo habré sacado a pasear) y que nos hace convertirnos en críticos destructores de decisiones muy meditadas, en cirujanos especializados en lesiones imposibles o en pilotos de alta competición con 100 mundiales de MotoGP a la espalda.
Llevo desde ese mismo sábado, tras compartir esta noticia de nuestro querido Marc, recibiendo mensajes de pilotos, personas externas al mundo del motor y compañeros de profesión, con sus “humildes” opiniones. Recalcando “humildes” porque muchas de ellas me parecen LAMENTABLES, así en mayúsculas como si gritara, para que se observe mi indignación con este tema.
No hace falta que os aburra contando lo que pasó hace dos años con la caída que sufrió en el circuito de Jerez, y no hace falta que os recuerde que no pasaron ni 7 días cuando estaba de nuevo subido a la moto después de una operación. Vivimos en una actualidad, donde la cirugía ha evolucionado mucho, y donde el deportista de élite parece estar hecho de un material bien duro, ya que se lesiona y su tiempo de recuperación es un décima parte de lo que tardamos un humano de carne y hueso (menos deportista que ellos, aunque lo seamos) en recuperarnos.
Pero… de vez en cuando, la vida, el cuerpo o llamadlo destino, el que crea en ello, nos recuerda que quizá no se puede correr tanto, o sí, pero en ese momento (creo) que no fue la mejor decisión.
Después de dos años desde que el cirujano quiso hacer un gran trabajo, y donde su fisio, cambió hasta su lugar de residencia para poder recuperar al 100% el brazo derecho de su piloto, siguen los problemas y de nuevo la FISIOLOGÍA del cuerpo humano se manifiesta en todo su esplendor.
Qué duda cabe de que quizá las ganas de superación del cirujano en su día, fue lo que hizo tomar una anticipada decisión para volver muy pronto a cargar con esa bestia de 160 kilos (su motogp). Qué duda cabe de que era una opción arriesgada, que podía salir mal o todo lo contrario.
Un doctor que ha realizado miles de intervenciones como esas, que para él es pan comido. Un fisioterapeuta que ha rehabilitado lesiones imposibles. Un piloto, que se ha revolcado millones de veces por la grava de muchos circuitos. ¿Y ahora? Ya vienen las voces expertas a tachar de MAL TRABAJO de ese cirujano, de que no ha sido suficiente tiempo de recuperación o de pedir la retirada del piloto?
Durante el día a día en clínica Fimed vemos PERSONAS, pacientes que no catalogamos ni por mundiales ganados, ni por dinero en su cuenta de ahorros. Personas con sus dolores, sus lesiones y frustraciones. Hay pacientes que sólo ven un obstáculo. Hay pacientes que ven un nuevo camino y una superación. Esos son los que reducen su tiempo de recuperación. Y Marc es una de esas PERSONAS. Tres cirugías y de camino a una cuarta, dos temporadas caóticas, una vuelta a la competición con una moto difícil, y ahí está, siendo una persona que sigue con la ilusión de volver y de querer hacer lo que más le gusta, ponerse a 300 por hora.
Una de las características que tenemos los fisioterapeutas es escuchar al paciente y ponernos en su lugar, la empatía como primera herramienta de trabajo. Somos los que vivimos las peores horas con los deportistas, la recuperación de una lesión cuando lo ven todo negro, cuando se les pide paciencia y estamos en tiempo de descuento. Pero, nos encanta ver como son capaces de pensar, que aunque todo parezca perdido, al fin y al cabo puede que todo salgo bien. Ver la superación y no el obstáculo, porque las ganas, muchas veces, puede por encima de cualquier físico. Y ahí está Marc Marquez, a horas de que sus ganas de volver a subirse en su MotoGP, y sus ganas de disfrutar encima de la moto, puedan con una cuarta operación de su húmero derecho, y con dos años de frustración. Y ahí estaremos nosotros, esperando a que vuelva, y deseando que nos pare el corazón con alguna de sus “salvadas”. Sin tirar por tierra el trabajo de tantos profesionales durante estos caóticos años y sin pisotear su decisión de operarse con el único objetivo de volver.
Gracias querida fisioterapia, por desarrollar más mi GEN empático, que mi GEN SABELOTODO. En ocasiones, no hace falta gastar energía para mover los 17 músculos de la lengua, vamos a reservar fuerzas para otras cosas más interesantes, y así de paso, hacéis que yo reserve la mía.
Queridos, nos leemos en la próxima.