El dolor lumbar es una de las principales causas de visita a un fisioterapeuta, aparte de ser una patología con grandes repercusiones económicas, sociales, e incluso es una frecuente causa de incapacidad laboral.
Casi todos los seres humanos experimentamos dolor lumbar en algún momento de nuestras vidas, y deberíamos comprender que forma parte de la vida cotidiana, como cansarse, sentirse triste, o sufrir un resfriado.
NO TENGAS MIEDO SI TIENES DOLOR LUMBAR, INCLUSO SI TE OCURRE VARIAS VECES
Si bien algunos episodios de dolor lumbar pueden ser graves e incapacitantes, la mayoría de las personas se recuperan del episodio de manera rápida y a menudo sin necesidad de recibir un tratamiento. Similar a otras condiciones de la salud como he comentado antes, el dolor lumbar puede tener un patrón recurrente en el que aparece y desaparece. Entender y comprender los factores desencadenantes del dolor lumbar y lo que una persona debe y no debe hacer es la mejor herramienta para combatir esta patología.
NO TE PREOCUPES POR TODO LO QUE VES Y LEES EN INFORMES RADIOLÓGICOS
Cuando te hagan alguna prueba de imagen, el informe normalmente mostrará hallazgos patológicos, pero gran parte de estos suelen estar poco relacionados con el dolor. Los estudios de investigación han demostrado que personas que no presentan dolor lumbar tienen protusiones, degeneración en los discos y articulaciones facetarias, e incluso hernias de disco. Son cosas normales del proceso de envejecimiento (como las canas o las arrugas).
NO TE DEJES INTIMIDAR POR LA OPINIÓN DE TERCEROS Y LA JERGA MÉDICA
La investigación ha demostrado que los discos, huesos y articulaciones de la espalda no se “salen del sitio” o “se descolocan”. El término “vértebra descolocada” no solo es impreciso, sino probablemente dañino, ya que sugiere que la columna vertebral es tan vulnerable o frágil que las estructuras que la componen se pueden desplazar fácilmente. Las manipulaciones vertebrales y los crujidos están más relacionados con restricciones de movimiento y adherencias que con recolocar huesos.
QUE NO TE ENGAÑEN CON SOLUCIONES RÁPIDAS
Las soluciones rápidas promovidas en los medios de comunicación como una pastilla, un nuevo dispositivo, una crema, etc. parecen ser una vía útil para nuestro dolor. El problema de este enfoque es que todos estos tratamientos (si funcionan, que no siempre lo hacen) le dicen al paciente que no debe hacer ningún esfuerzo por ayudarse a sí mismo (enfoque pasivo), cuando la solución reside en uno mismo, en tomar las riendas de tu propia salud para que el dolor lumbar aparezca con menos frecuencia (enfoque activo).
PERMANECE ACTIVO Y EVITA EL REPOSO EN CAMA
El descanso prolongado ha sido durante mucho tiempo un tratamiento muy popular para este tipo de dolencias. Sin embargo, sabemos a ciencia cierta que las personas con dolor lumbar que permanecen activas, incluso cuando tienen algo de dolor, mejoran a largo plazo. De hecho, parece que cuanto más tiempo permanece una persona en la cama debido al dolor lumbar, peor es su dolor, discapacidad y capacidad de vuelta al entorno laboral.
Cuando tenemos dolor lumbar de inicio reciente, es importante encontrar un equilibrio entre movimiento y reposo. Durante los primeros días de dolor, es normal que algunos movimientos estén alterados significativamente. Esto forma parte de la experiencia de dolor lumbar, y no debería frenarnos en nuestras actividades cotidianas. Es importante que no esperemos a que el dolor desaparezca para que decidamos movernos.
EL EJERCICIO AYUDA A REDUCIR EL DOLOR Y A PREVENIR FUTUROS EPISODIOS
El ejercicio (controlado) es sin duda la mejor herramienta contra el dolor de espalda baja, y el mejor ejercicio es aquel que te guste y que puedas hacer regularmente. Caminar, correr, montar en bici, nadar, hacer pilates o ir al gimnasio tienen efectos similares para el dolor lumbar y son igualmente seguros para que los pacientes elijan el ejercicio que más les guste.
El ejercicio es el único enfoque actual que puede prevenir la recurrencia del dolor lumbar. Reduce prácticamente a la mitad el riesgo de recurrencia. Cuanto más tiempo seamos constantes con el ejercicio, mejores resultados obtendremos.
ES EL PACIENTE EL QUE NECESITA TRATAMIENTO, NO SOLO SU ESPALDA
La creencia común es que el dolor lumbar siempre es un signo de lesión. Hoy en día sabemos que el dolor puede ser provocado o aumentado por factores no físicos que también son comunes en nuestras vidas. Estos factores pueden ser psicológicos (pensamientos negativos en cuanto al dolor, depresión, estrés, miedo al movimiento), sociales (problemas de dinero, relaciones deficientes, falta de apoyo en el trabajo/hogar), o relacionados con el estilo de vida (problemas al dormir, poca actividad física, sobrepeso, fumar).
Tomar medidas para mejorar nuestra salud general puede reducir el riesgo de dolor lumbar. Dormir lo suficiente, ser más activos, tener un peso saludable, pasar tiempo con las personas que nos hacen feliz y reducir el estrés laboral pueden ser formas sensatas y económicas de tratar el dolor lumbar y reducir el riesgo de recurrencia.
Andrés Ricart
Fisioterapeuta Clínica Fimed
Especializado en educación del dolor.